Exposición Fotográfica

Exposición Fotográfica
Siberia: La Taiga

noviembre 24, 2006

Credo

Creo en Pablo Picasso, Todopoderoso, Creador del Cielo y de la Tierra;

Creo en Charlie Chaplin , hijo de las violetas y de los ratones, que fue crucificado, muerto y sepultado por el tiempo, pero que cada día resucita en el corazón de los hombres;

Creo en el amor y en el arte como vías hacia el disfrute de la vida perdurable;

Creo en el amolador que vive de fabricar estrellas de oro con su rueda maravillosa;

Creo en la cualidad aéreadel ser humano, configurada en el recuerdo de Isadora Duncan abatiéndose como una purísima paloma herida bajo el cielo del mediterráneo;

Creo en las monedas de chocolate que atesoro secretamente debajo de la almohada de mi niñez;

Creo en la fábula de Orfeo;

Creo en el sortilegio de la música , yo que en las horas de mi angustia vi al conjuro de la Pavana de Fauré, salir liberada y radiante de la dulce Eurídice del infierno de mi alma;

Creo en Rainer María Rilke héroe de la lucha del hombre por la belleza, que sacrificó su vida por el acto de cortar una rosa para una mujer;

Creo en las flores que brotaron del cadáver adolescente de Ofelia;

Creo en el llanto silencioso de Aquiles frente al mar;

Creo en un barco esbelto y distantísimo que salió hace un siglo al encuentro de la aurora; su capitán Lord Byron, al cinto la espada de los arcángeles, junto a sus sienes un resplandor de estrellas;

Creo en el perro de Ulises , en el gato risueño de Alicia en el país de las maravillas, en el loro de Robinson Crusoe;

Creo en los ratoncitos que tiraron del coche de la Cenicienta, en Beralfiro el caballo de Rolando, y en las abejas que laboran en su colmena dentro del corazón de Martín Tinajero;

Creo en la amistad como el invento más bello del hombre;

Creo en los poderes creadores del pueblo;

Creo en la poesía y en fin,

CREO en mí mismo, puesto que sé que alguien me ama...

Del Libro "Humor y Amor" de Aquiles Nazoa.



noviembre 22, 2006

When dreams may come true (or something like that)

Es increíble la naturaleza humana. Me atrevo a decir que muchas cosas que queremos que ocurran o deseamos que pasen, en algún momento de nuestra existencia, simplemente pasan. No de la misma manera como la soñamos, salvo que sea un paraíso natural, donde la mano del hombre no perturba su esencia.
De niño en el colegio, tuve que realizar un trabajo de investigación acerca de Rusia: Estilo de vida, política, geografía, algo de historia contemporánea, en pocas palabras, el típico tipo de trabajo de colegio que todos alguna vez tuvimos que hacer.

Lo primero que pensé fue: ¡guao!, me tocó un gran país. Y Era cierto. Con mi padre, que me sirvió de guía en casi todos los aspectos de la vida, y en esta oportunidad de chofer, llegamos hasta la Embajada-Consulado General de URSS, y su ubicación en Caracas, detrás del quinto pino, un poco a la derecha (pensamiento del momento: siendo URSS un estado comunista, dicha Embajada se encontraba en una de las zonas más exclusivas de la capital de la extinta República de Venezuela. Me imagino que en muchas ciudades del mundo se presentará la misma condición).

Por otra parte, mi primera visita a una oficina de alguien no conocido, además de ser la oficina de una de las principales potencias mundiales, dictando un discursillo infantil con la importancia del trabajo que iba a realizar. En pocas palabras, “Voy a hablar de SU País en mi salón de clases”. Me sentía el niño más grande sobre la faz de la tierra.

El trato fue muy amable y cortés. Nos dieron información sobre Rusia y otras repúblicas soviéticas. Unos pequeños libros que abarcaban casi toda la información que podía necesitar, y salimos con una caja pequeña llena de libros y folletos, más felices que cualquiera, y con medio trabajo hecho.
Quizás fue la visita, que para mí, ya era impresionante, la atención recibida y/o la información recabada en los libros, con sus fotos (típicas fotos propagandísticas que la mente de un niño aun no digieren), lo cierto es, que desde niño, sentía un cierto agrado por Rusia y el deseo de conocer tan enigmático país. Más razones a sumar: Ballet Folclórico Berioska, la música rusa, alegre, melancólica en demasía que llega al alma (nada raro para un melómano como yo).

Han pasado muchos años desde mi primer contacto con este gran país. Han pasado muchas cosas: Boicots olímpicos, Gorbachov, Perestroika, Chernobil, caída de la cortina de hierro, realidad de un país, hambre, miseria, mafias…

Volviendo al origen de mi relato después de esta narrativa, mi viaje a Rusia, mi querida Rusia, ya la poseo en mis ojos, en mi mente, en mi corazón. El tan ansiado viaje, el disfrute de su gente, su arquitectura, etc. se convirtió en más que eso. Se convirtió en un viaje de análisis y crítica. La gente, la tan simpática gente (de la embajada), no es la realidad del común ruso, y mucho menos del siberiano. Frío, seco, poco educado. La arquitectura, básica, simple y práctica, notablemente soviética, y aún hoy día se conserva este modelo arquitectónico.

Existen dos Rusia’s: la Rusia Oeste (Montes Urales a la izquierda), y la Rusia Este (Montes Urales a la derecha). La Rusia Oeste, o sea, la europea, la cual se proyecta hacia una modernización relativamente rápida, básicamente apoyada por sus fronteras europeas, y la Rusia Este, la cual a mi punto de vista, continua siendo Unión Soviética; la mentalidad de la gente, la forma de manejar los procesos, la arquitectura actual por mencionar algunas de las características que pueden ser comparativas con países europeos del segundo mundo. Cómo escribí antes, mi sueño bonito, hoy una realidad cruda. El mundo de la fantasía infantil se pierde en nuestro camino de vida, y las realidades nos hacen llegar a ella de una forma drástica, diferente, y muchas veces, triste o polémica.

Hoy estoy aquí, en mi sueño convertido en realidad, trabajándolo, disfrutándolo, sufriéndolo, gozándolo, y mas que un sueño, es la vida misma y su eterna pelea por seguir adelante.

Analiza algún sueño infantil de carácter real, y seguro que se ha convertido en una realidad (o algo parecido)…

Canciones con Sentido

¿Cuantas veces hemos escuchado canciones sin prestarle atención, y el día que lo hacemos nos enamoramos de ella? Eso es lo que llamo, "Canción con sentido". Como este mundo es tan subjetivo, pues la música también lo es. No todo gusta a todos, además de la existencia de la brecha generacional, que irremediablemente todos llegamos a ella. Por citar un ejemplo sencillo, A un hombre/mujer que le guste el tango de Carlos Gardel, la música de Pérez Prado y su "Mambo", le parecerá horrible, además de agresiva y puede llegar a alterar los nervios, al de Pérez prado, la música de “los Cuatro de Liverpool (The Beatles) será demasiado agresiva y ruidosa, pero con el de The Beatles, Metallica será el acabose de la música.
Volviendo al tema original todas las canciones nos dicen algo; describen parajes, nos trasladan a una época de nuestra vida, por lo general bonita, etc.
Quizás porque tenemos la cabeza llena de obligaciones y responsabilidades, cada uno a su nivel, no le prestamos atención al contenido de muchas de las letras que nos acompañan en nuestra vida, muchas veces las cantamos y no nos enteramos de lo que dice, o sea, nos hemos convertido en unos autómatas del ritmo, pero cuando, en uno de esos días de "mente abierta" nos damos el lujo de escuchar (no oír) una canción, nos sorprendemos del mensaje que nos quiere transmitir el autor. Muchas veces cuando escuchamos una canción por el artista original, la sentimos diferente a una versión, el ¿por qué? simplemente, los sentimientos. La versión puede ser mas bonita musicalmente hablando, mejor interpretada por la calidad de los músicos, etc., pero el corazón es único y es, como un título de una canción de Carlos Santana, "el Corazón manda".
a veces escuchamos frases o títulos como “Let your heart rule your head” (Deja que tu corazón maneje tu cabeza) de Brian May (CD “Back to the Light”). Cuantas veces hemos perdido por querer imponer la razón y la lógica a todas las cosas que hacemos en nuestra vida. Hay veces que la locura es necesaria para hacer ciertas cosas que con lógica y entendimiento, somos incapaces de hacer, y después nos arrepentimos de no haberlo hecho. Cuantas veces nos hemos equivocado en dejar pasar la persona que nos podría acompañar en nuestra vida por aplicar una lógica absurda y no dejar al corazón toma la decisión en el momento. Un niño deja de ser feliz en pleno a partir del momento que comienzan a darle obligaciones y responsabilidades. De nuevo la razón por encima del corazón.
Solo espero que tomemos ejemplos de los buenos sentimientos de los músicos, y sus buenas intenciones de compartir sus historias o sus fantasías. No todo es para todos. Cada uno toma lo que sea de propio interés. Como la música, sus ritmos, sus letras, sus poesías, sus lágrimas, sus triunfos, sus derrotas, sus buenos momentos, sus malos momentos, nuestras propias interpretaciones.